Aprovechando mi viaje a Brazzaville por temas de trabajo, tuve ocasión hace unas semanas de visitar la reserva natural de Lésio-Louna, un parque dedicado a la conservación de los gorilas situado en las inmediaciones del río Lefini, a unas tres horas en coche al Norte de la capital de la República del Congo. La República del Congo, también (Congo Brazzaville o Congo), país de África occidental, limita al norte con Camerún y la República Centroafricana, al oeste con Gabón y al suroeste con un enclave angoleño (Cabinda), al sur y al este con la República Democrática del Congo (ex Zaire).
El viaje hasta la reserva de Lesio-Louna no es sencillo y únicamente se puede llegar a la zona usando un 4×4. La carretera presenta innumerables baches y socavones que hacen que el trayecto sea toda una odisea, especialmente cuando muchos vehículos ni siquiera cuentan con cinturones de seguridad.
La última parte del trayecto es simplemente maravillosa. Se cruza un pequeño puerto de montaña para adentrarse en la sabana… y a partir de ahí la ruta está marcada en la propia tierra: no hay forma de perderse. Conducir por esos parajes es una auténtica gozada.
La reserva se divide en dos partes. La primera, Iboubikro, cuenta con un pequeño centro de investigación, y allí se puede pasar la noche en unos bungalows muy bien equipados y visitar a los gorilas “bebés”. Para mí esta parte fue un tanto decepcionante, ya que los pequeños gorilas se tenían que observar a bastante distancia y además no eran tan “bebés” como me figuraba –los más jóvenes tenían 3 años–.
Lo más destacable de esta primera zona fue la excursión al Lago Azul, un pequeño oasis en mitad de la sabana verde. El baño en el lago es totalmente obligatorio; me cuesta describir en estas líneas la sensación de paz que se vive en él. Un paseo por el bosque húmedo alrededor del centro también es muy recomendable. Eso sí, importante usar repelente de mosquitos en esta zona (y algún tipo de prevención contra la malaria).
Tras pasar la noche en el primer centro, nos desplazamos por otro camino memorable hacia la segunda área, Abio, donde pudimos visitar a un gorila que habita sólo en una isla. La única manera de verlo –por seguridad– es desde una pequeña barca. Según nos cuentan los guías, si alguien pone un pie en la isla, se convierte automáticamente en hombre muerto. El gorila es una de las especies animales más territoriales que existe. De hecho, nos contaron que inicialmente introdujeron a cinco gorilas en la isla y, tras haberse matado entre ellos, hoy en día sólo queda uno.
Enlaces:
Reserva de gorilas Lésio-Louna, Congo Brazzaville Página oficial del parque.
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Este artículo y sus fotografías ha sido realizadas por nuestro colaborador Gonzalo Suardiaz.
Impresionante esos gorilas en las imágenes, quién pensaría que venimos de ellos.Impresionante.
Un saludo
Enrique Robles
que maravillaa!!!!!!!
Fantásticas las imágenes y seguro que también el sitio. Sin embargo no puedo dejar de pensar que cuantas más visitas vayan a estos parajes, menos durarán o se verán obligados a restringirlos y protegerlos
Qué maravilla.
Que pasada de sitio
hola!
soy una estudiante de veterinaria muy interesada en los gorilas y me gustaria hacer algun programa de voluntariado con ellos en africa. Me gustaria saber si tienes alguna informacion que me pueda ser util para ello.
Gracias!
si los gorilas hay que protegerlos estan en peligro de extinsion